Pierburg, Alemania

Una planta sostenible de alta tecnología

En 2014, Pierburg cambió la ubicación de su fundición de Nettetal a Neuss. Este proyecto de enormes dimensiones solo podía tener éxito con un socio cercano y fiable. 

Rolf Linsen, al aceptar su nuevo cargo en la empresa proveedora de piezas de automoción Pierburg el 1 de agosto de 2014, le esperaba un desafío muy especial. Su misión: preparar el traslado de la fundición de Nettetal a Neuss y poner en servicio la nueva planta. "Para mí, fue la oportunidad de mi vida", dice el ingeniero de 39 años de edad, director de fundición y procesamiento mecánico. Su colega Lutz Plasmeier, responsable de tecnología de la planta como director sénior de Ingeniería industrial de mecanizado y fundición a presión, dice que "Esto es algo que solo se hace una vez en la vida". Plasmeier tenía la misión de planificar la nueva fundición desde sus cimientos y, por encima de todo, era responsable de garantizar que los clientes recibiesen componentes sin interrupción y que la nueva fábrica se pusiese en marcha según lo previsto.

En la red internacional de la división de producción de Pierburg de KSPG Group, la fábrica del Bajo Rin jugó un papel fundamental. La planta de 700 empleados y una capacidad de procesamiento de hasta 30 toneladas de aluminio al día en ocho celdas de fundición a presión se encuentra en su fase de expansión final, pero no la más grande. Pero con una salida de fábrica de 125 000 válvulas de solenoide al día, su competencia es clave con respecto a este importante componente mecatrónico.

Fiabilidad absoluta

Durante décadas, el proveedor para la industria del automóvil ha confiado ampliamente en Bühler, dado que aún en la antigua fábrica de Nettetal se operaban exclusivamente máquinas del proveedor suizo de todas las dimensiones. "Centrarnos en un único proveedor nos ha conducido al éxito", dice Plasmeier. "A nivel tecnológico, el proceso de fundición a presión con disparos regulados de Bühler no tiene competencia", dice el ingeniero especialista, "Aparte de Bühler, ninguna otra empresa puede conseguir este nivel de reproducibilidad". La amplia oferta de servicios y de capacitación que ofrece la empresa brinda una gran ventaja. Y Plasmeier prosigue: "Podemos confiar en Bühler en cualquier situación".

Para un proyecto tan titánico, este grado de fiabilidad era crucial. Se tuvieron que operar simultáneamente dos centros durante cuatro meses con personal pensado para un solo centro. Se creó un nuevo diseño para las celdas de fundición y se crearon muestras de productos para los clientes. Para superar este periodo, Linsen llevó la producción al extremo en las semanas anteriores a fin de contar con inventario suficiente para proveer a los clientes.

El desafío era sacar el máximo provecho de las antiguas celdas, algunas de las cuales ya tenían 25 años de antigüedad, con operación en tres turnos. "La disponibilidad de las máquinas fue un factor particularmente crítico", recuerda Linsen. 

En junio de 2015 sonaron todas las alarmas: justo antes del pitido final, una máquina de fundición a presión de la serie SC fabricada en 1992 dejó de funcionar debido a problemas con las válvulas proporcionales. Es el corazón de la máquina, que controla la inyección de aluminio en tiempo real. Si una de estas válvulas falla, la producción se detiene. A causa de su antigüedad, muy pocas personas estaban familiarizadas con los mecanismos internos del sistema de control. Entre ellos se encuentra Helmut Heiken, Ingeniero de servicios de Bühler.  Helmut acudió de inmediato al lugar y arregló y volvió a poner en servicio la máquina muy rápidamente. Este ejemplo, explica Linsen, demuestra el grado de cooperación entre Pierburg y Bühler. Para completar con éxito el traslado y la nueva construcción, varios trabajadores de Bühler pasaron más de seis meses en las instalaciones. 

La estrecha cooperación y la ejecución de esta tarea convirtió a los empleados de Bühler y Pierburg en colegas.

Rolf Linsen, Director de fundición y procesamiento mecánico

Superación de las expectativas

Gracias a esta conexión, el proyecto tuvo éxito. En diciembre de 2014, se inició el traslado a la nueva fábrica. Mientras tanto, seis máquinas de moldeo a presión Bühler fundían cerca de 16 000 piezas al día en tres turnos, con una productividad que superó las expectativas de la nueva y súper moderna fundición. Las unidades están en operación cerca del 75 % del tiempo. La moderna tecnología de la planta con controles de vanguardia y un grado máximo de automatización culminan la maximización de la eficacia.

En la expansión final, que se completará en la primavera de 2016, habrá ocho máquinas de los tipos Carat, Evolution y SC con una fuerza de cierre de 660 a 1050 toneladas.

Pierburg ha pedido cuatro nuevas máquinas de Bühler y otras cuatro se han reparado, reacondicionado y actualizado  en las instalaciones europeas de revisión de Bühler con sede en Brescia, Italia.

Pierburg: un socio de confianza

Desde sus inicios hace más de 100 años, la empresa Pierburg ha estado siempre entre los principales impulsores de innovaciones dentro de la industria del automóvil. Fundada en 1909 en Berlín como empresa de comercialización de acero, Pierburg comenzó a producir carburadores en 1928 y pronto pasó a ser prácticamente el único proveedor de este producto para las empresas alemanas de automoción y muchos fabricantes internacionales de vehículos y motores. En 1986, la empresa fue adquirida por Rheinmetall Group y en 1998 se fusionó con Kolbenschmidt para formar lo que es hoy KSPG AG.

Bühler y Pierburg, respectivamente KSPG, están unidas por una asociación de confianza de larga data. Desde 1982, KSPG Group ha pedido 68 máquinas de fundición a presión de cámara fría. Las celdas de fundición de alto rendimiento y la asistencia técnica completa y competente, además de un equipo de atención al cliente dedicado, han convencido a KSPG a invertir en la tecnología de Bühler una y otra vez.

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